La década del 2010 se vio fuertemente marcada por el streaming. Los nuevos hábitos de los oyentes no solo favorecieron a las plataformas musicales, sino que abrieron una brecha para la autogestión musical que años más tarde se han convertido en una nueva forma de hacer música, distribuirla y monetizarla
Bienvenido 2020
Cada una de las épocas anteriores del negocio de la música ha sido definida y nombrada por los formatos dominantes de la época. Los modelos de negocio de la industria musical fueron transformados por estos cambios tecnológicos e incidieron en el comportamiento del consumidor y aunque debido a ellos existió una ligera transformación, la relación existente entre artistas y sellos discográficos, se mantuvo prácticamente igual. Ahora todo está dando un giro en donde los artistas, tienen más poder e información que nunca debido a:
• Acceso a audiencias: la combinación de transmisión, redes sociales y distribuidores de música, significa que los artistas pueden encontrar audiencias globales sin la necesidad de un sello.
• Modelos alternativos: firmar con un sello discográfico ya no es la única opción sobre la mesa. De hecho, el porcentaje de los artistas que quieren firmar un acuerdo tradicional con uno, es bajísimo ya que esta nueva generación de artistas tiene un fuerte sentido de independencia y se están forjando una industria remodelada basada en nuevos contratos y estructuras comerciales más equilibradas.
• Respeto a la cultura musical: Ha llegado el momento en el que los artistas independientes antes que el dinero prefieren el reconocimiento por su música y de esta forma conseguir seguidores reales. De hecho, los artistas independientes no solo quieren reivindicar los géneros y abrirse caminos alejándose de los más populares, sino que también saben perfectamente que ser famoso no es posible de la noche a la mañana y que esa lotería no se la ganan los miles de cantantes que a diario suben sus canciones a las plataformas de distribución digital. Saben que la música es pasión y no les importa hacerla y ganar unos pocos dólares al año.
• Pluriempleados: en su mayoría, los artistas tienen carreras que ejercen y la música forma parte de otro trabajo conjunto, por ello suelen ser más selectivos y analíticos a la hora de gestionarse pues no dependen de que su música se distribuya o no para vivir. Estamos en la era de artistas emergentes con mucho control sobre su contenido, audiencias y procedimientos que saben a dónde quieren llegar y cómo hacerlo, ya han quedado atrás las presiones de sellos discográficos.
• Mente abierta: aunque algunos de los procedimientos de la distribución musical o el marketing sean completamente ajenos a la mayoría de los artistas independientes, buscan ayuda para lograr sus objetivos porque saben que es la mejor forma de terminar su recorrido iniciado dentro de la autogestión musical. El conocimiento es la clave.
Reporte en: MusicIndustry
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